Los hermanos Bécquer SEM y “Los Borbones en pelota”

El 22 de diciembre de 1870 fallecía en Madrid, derrotado por la tuberculosis, Gustavo Adolfo Bécquer. Habían pasado tan sólo tres meses desde la pérdida de su hermano y pintor Valeriano, lo que provocó un verdadero impacto en la sociedad española. Tres días más tarde la revista satírica Gil Blas publicaba una referencia a tan desafortunado suceso, saltándose de la siguiente manera su norma de no desvelar quién había detrás de los seudónimos de sus publicaciones: 
 “Contra su costumbre, Gil Blas no puede hoy menos de consagrar un recuerdo a la memoria de quienes en la primera época de esta publicación, ilustraron sus columnas con dibujos que llevaban la firma de Sem.” 
 Esta pequeña referencia no hubiera tenido más trascendencia de no ser porque bajo el seudónimo Sem se había completado una colección de acuarelas titulada “Los Borbones en pelota”, en la que se satirizó la vida pública de la corte y gobierno, así como la privada de quienes componían ambos estamentos. 


Las referencias a la de la Reina siempre generaron debate en la sociedad civil, tal vez alentado por ella misma, quien llegó a decir de su marido: “¿Qué podía esperar de un hombre que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo?”. 

Y es que del propio Rey consorte, Francisco de Asís de Borbón, a quien denominaban en círculos privados como doña Paquita, llegó a ser descrito como “pequeño, delgado de gesto amanerado, de voz atiplada y andares de muñeca mecánica”. 

Este hecho, unido a los rumores de ninfomanía por parte de la Reina (desmentido por autores como Isabel Burdiel, quien justifica que la existencia de amantes era algo frecuente en las cortes europeas, pero a su vez defendido por otros autores y la propia historia oral), hicieron que el pueblo cantara coplas con letras tan trasgresoras como las siguientes: 


“Gran problema es en la Corte 
Averiguar si el consorte 
Cuando acude al escusado 
Mea de pie o mea sentado” 

“Si la reina quiere corona 
Que se la hagan de viruta 
Que la corona de España 
No es para ninguna puta” 


Una cierta inestabilidad política con propensión autoritaria de los últimos gobiernos del reinado de Isabel II, unida a unos hábitos de vida poco saludables por parte de la Reina (de quien se decía que se acostaba de madrugada para levantarse comenzada ya la tarde), con bailes y fiestas continuos, supusieron un perfecto caldo de cultivo para la aparición de “Los Borbones en pelotas”. 

Se desconoce el origen de dichas ilustraciones e incluso por quién y para qué pudieron encargarse, si bien parece verosímil que bajo dicho seudónimo se reuniera un grupo de artistas entre los que se encontrarían los propios hermanos Bécquer, Francisco Ortega o Vicente Urrabieta, entre otros. 

De hecho Sem volvió a firmar viñetas varios años después del fallecimiento de los hermanos Bécquer, lo que demostraría la pertenencia al mismo de otros artistas. 

Analizando las acuarelas nos encontramos con representaciones satírico-pornográficas de la Reina Isabel II y su marido, así como de políticos y revolucionarios que protagonizaron tanto La Gloriosa como los gobiernos anteriores y posteriores. 


¿Se pretendía desestabilizar a la monarquía o por el contrario no pasaban de ser una parodia como las que se publicaban en otros países europeos? La censura de la época consiguió eliminar, al menos oficialmente, cualquier mofa de este tipo (aunque alguna lámina del Rey “cornudo” decoró diversos escaparates de Madrid), si bien “Los Borbones en pelota” ofrece a los historiadores actuales una fuente de información valiosísima a cerca de la situación política de la época; pues más allá del carácter bufón de las ilustraciones, permiten entrever relaciones “oficiosas”, tendencias políticas y motivaciones personales, todas ellas fuera de los manuales de historia convencionales. 

No deja de ser llamativo que, si efectivamente Bécquer está detrás de SEM, miembros del partido moderado como Narváez o González Bravo, protectores de los hermanos sevillanos, se convirtieran en diana de muchas de sus ilustraciones y chanzas. Las acuarelas originales, estudiadas y editadas en 1991, 1996 y 2012, fueron adquiridas en dos portfolios por la Sección de Bellas Artes de la Biblioteca Nacional, conservándose alrededor de un centenar de ellas. 


¡Gracias por leerme! 

Fuentes de consulta: elazogue.com 

 http://masobesi68.blogspot.com/

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